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El Castañar de El Tiemblo, xxxxx a solo unos minutos en coche de nuestro Hotel, La Posada del Agua. Así que si estás pensando en pasar unos días con nosotros o visitar las cercanías del embalse de El Burguillo, vamos a conocer qué son los Toros de Guisando y su historia, además de algunos consejos para visitar este popular enclave y disfrutar de este punto de interés turístico y cultural.
Qué son los Toros de Guisando: la verdadera historia detrás de su enigma
La historia tras los famosos Toros de Guisando, el conjunto de cuatro esculturas ubicadas en El Tiemblo, es en parte un gran misterio. Existen muchas teorías acerca del verdadero origen de estas esculturas de piedra granítica, consideradas como Bien de Interés Cultural, que forman parte de la cultura vettona, y que se cree datan entre los siglos IV y II antes de Cristo, representado toros o verracos.
Los creadores de los monumentos fueron los vettones. Un antiguo pueblo íbero habitante de la zona, cuyo territorio se extendía por las provincias de Ávila, Zamora, Toledo, Segovia, Cáceres, Salamanca y Madrid.
Estas esculturas se encuentran en una alineación norte-sur, apuntando hacia el ocaso y en dirección hacia el monte Guisando. Tienen unas medidas de más de 2,6 metros de longitud y 1,5 metros de altura, y poseen una base y varios agujeros en los que encajan cuernos de vaca.
De acuerdo a algunos expertos, podrían haber sido creadas en este lugar debido a que era considerado un sitio de gran importancia para los vettones.
Otra hipótesis plantea que las esculturas fueron erigidas como un monumento de protección al ganado, ya que se sabe que era un pueblo guerrero y dedicado a las actividades de ganadería. También existe otra teoría que habla de que su creación podría estar relacionada con la delimitación del área entre los pueblos. Pero la hipótesis más aceptada hasta el momento es que fueron creadas como un símbolo religioso.
Otro hito histórico que ha hecho famosos estas esculturas fue la firma del Tratado de los Toros de Guisando, en 1468, entre el rey Enrique IV de Castilla y su hermana Isabel (posteriormente Isabel I “la Catolica”) por el que se la proclamaba Princesa de Asturias y heredera al trono de Castilla. Parece ser que este era un cruce de caminos habitual en la época, y que la reina Isabel pernoctaba alguna vez en el Monasterio de Guisando, en la ladera frente al monumento.
Los acuerdos de los Toros de Guisando, firmados entre Isabel I de Castilla, “La Católica” y su hermanastro, el rey Enrique IV de Castilla, recibieron su nombre debido a este paraje. Aunque no hay pruebas de que haya sido escogido por considerar el lugar de los monumentos como un punto que tuviera algún valor religioso.